Encuentro razonable que se sigan utilizando los términos derecha e izquierda (en singular o plural) como identificadores de los espacios político-ideológicos de los partidos políticos. Ambos resultan bastante expresivos porque, sin que acertemos a dar una definición clara e inequívoca de ellos, todos entendemos su significado. Pero, por otro lado, hay que reconocer que en España (no sé en otros países) ambos términos resultan muy duros, porque, al menos los que tenemos una edad, los relacionamos sin querer con los dos bandos de la guerra civil o la posguerra y, por tanto, además de rememorar tiempos que merecen ser olvidados, sugieren una palabra mucho más fuerte: enemigos. Las derechas han sido enemigas de las izquierdas y viceversa.
Supongo que es por eso por lo que los partidos de una y otra, digamos, ideología han tratado en ocasiones de evitar definirse como de izquierdas o de derechas. Unas veces, los de derechas se autodenominan de «centro» (recordemos, sobre todo, a la UCD) o «conservadores», y los de izquierdas «progresistas». Pero son autocalificaciones que parece que no tienen mucho éxito. Lo de «centro» era y sigue siendo un camelo, y lo de conservadores no queda muy claro; tampoco la denominación de «progresistas» resulta muy eficaz, porque esta calificación sugiere la de «progre», que muchos la utilizan despectivamente, por lo que tampoco gusta demasiado. Así que me temo que izquierda y derecha van a seguir mucho tiempo como etiquetas que los partidos deben asumir, aunque espero que las connotaciones negativas a las que antes me he referido vayan desapareciendo con el tiempo. Tampoco estaría mal inventar otras denominaciones.
Otra cosa es la utilización de izquierda y derecha para identificar el posicionamiento político de las personas o para clasificarlas o etiquetarlas ideológicamente. A mí no me parece bien esto, salvo que sean las propias personas las que se los autoapliquen; en tal caso allá ellas. Cada cual es libre de calificarse como le dé la real gana, si bien puede que los demás les vean o les cataloguen de otra manera en razón de sus actos u opiniones. A esto es a lo que voy en este escrito.
No me parece bien que, por actos u opiniones ante una cuestión en concreto y en determinada circunstancia, se tilde a las personas de ser de izquierdas o de derechas. Pues no, porque el ser humano es complejo y sus actos y opiniones no son lineales, es decir, no siempre se ajustan a estereotipos o pautas rígidas de comportamiento, y no es extraño que una determinada persona, ante una situación concreta, actúe u opine de acuerdo con los parámetros ideológicos de la derecha, y ante otra situación diferente lo haga de acuerdo con los de la izquierda. Y eso no me parece censurable; es decir, me parece bien que las personas estén unas veces a favor de las posiciones que defienden los unos, y que esas mismas personas, en otras ocasiones estén con las de los otros. O sea, no me gusta que las personas sean siempre de derechas o sean siempre de izquierdas. Posiblemente, la clave de lo que digo esté en los matices semánticos que diferencian en castellano a estos dos verbos copulativos, ser y estar: el primero se relaciona con lo estructural o permanente y el segundo con lo coyuntural o circunstancial. Personalmente, en estas cosas de las que hablo (y también en otras), evito posicionarme utilizando el verbo ser; solo lo uso cuando hablo de Bilbao o del Athletic.
Naturalmente, hay personas que siempre se alinean con los posicionamientos de la derecha o con los de la izquierda; en tal caso es obvio que a éstas es fácil etiquetarlas y es muy posible que asuman de buen grado la etiqueta: son de izquierdas o son de derechas. En otro plano, es como el caso de los descerebrados forofos del Madrid y del Barça que se extasían con las jugadas de Ronaldo y Messi, respectivamente, despreciando sistemáticamente lo que hace la estrella del otro equipo, aunque haya sido una virguería de quitarse el sombrero; desde luego, se sienten muy orgullosos de que les consideren madridistas, unos, y culés, los otros.
Por tanto, lo que quiero decir con este rollo es que no está bien que, figuradamente y en términos políticos, se nos cuelgue el cartelito de derechoso o izquierdoso por posicionarnos de una determinada manera ante un hecho en concreto. No solo por las connotaciones de estos términos a las que ya me he referido al principio —que también—, sino, principalmente, porque todos tenemos que tener libertad para posicionarnos ante cada situación y en cada momento sin estar expuestos a que por ello los unos y los otros nos clasifiquen y nos etiqueten.
Aparte de todo esto, es evidente que muchos no tienen claro qué es eso de derechas e izquierdas. No es infrecuente que las personas se basen en determinados parámetros ideológicos para catalogar a los demás y, por otra parte, utilicen otros distintos para catalogarse a ellas mismos. O sea, es como si utilizaran distinta vara de medir cuando enjuician a los demás que cuando se enjuician a sí mismos. Y esto ocurre porque no se ha publicado, que yo sepa, un catálogo ideológico de bolsillo (o sea, de fácil consulta) para definir cada uno de los dos posicionamientos, de modo que todos podríamos tener claro si somos de derechas o de izquierdas, o a cuál de los dos se ajusta nuestro comportamiento u opinión ante las cuestiones, realidades y circunstancias de carácter socio-político más controvertidos.
Es decir, creo que todos tendríamos que tener siempre a mano algo parecido a lo que pongo a continuación:
Concepto
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Para la DERECHA:
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Para la IZQUIERDA:
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Estado
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Aparato institucional del que se sirven los
políticos para ganarse la vida. En buena parte de su configuración, es
PRESCINDIBLE
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Aparato institucional al servicio del desarrollo
integral de todos los ciudadanos, especialmente de los más débiles o
desprotegidos.
INDISPENSABLE
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Gobierno
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Órgano para la gestión del Estado, que debe basar su
acción en facilitar la actividad empresarial y el desarrollo económico en el
país.
LO HACE FATAL
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Órgano para la gestión del Estado, que, por encima
de todo, debe ocupare de los más desfavorecidos y del mantenimiento del Estado
de bienestar
LO HACE FATAL
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Justicia
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Aparato corrector para preservar el cumplimiento de
las obligaciones de los diferentes agentes sociales y económicos y de los
propios ciudadanos.
NO FUNCIONA
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Aparato de defensa de los derechos de los ciudadanos
y de los agentes económicos y sociales.
ES UNA MIERDA
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Parlamento
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Escenario para los combates dialécticos directos
entre los políticos
NO SIRVE PARA NADA
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Lugar en el que los políticos que lo ocupan
incumplen permanentemente las promesas electorales.
SIRVE PARA POCO
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Impuestos
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Carga económica que padecen los ciudadanos y los
agentes económicos y productivos.
HAY QUE REDUCIRLOS
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Mecanismo redistributivo del potencial económico de
las empresas y ciudadanos, con el fin de atender a los gastos del Estado.
HAY QUE AUMENTARLOS PARA LOS RICOS
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Administración pública
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Entramado burocrático orientado a crear obligaciones
a los agentes económicos y a los ciudadanos.
SOBRA LA MITAD, POR LO MENOS
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Soporte operativo para el sostenimiento de las
necesidades del Estado y, por tanto, de los ciudadanos.
HAY QUE REFORZARLA E INDEPENDIZARLA DE LOS
GOBERNANTES
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Sector empresarial público
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Competencia empresarial desleal con el sector
privado.
A PRIVATIZAR
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Cobertura de las necesidades empresariales no
rentables pero necesarias para los ciudadanos y desarrollo del Estado.
A PROTEGER
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Funcionario público
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Trabajador que tiene asegurado vitaliciamente el
puesto de trabajo.
HAY QUE QUITARLES PRIVILEGIOS
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Trabajador que se ocupa de que se atiendan los
derechos de los ciudadanos y sectores económicos y que todos ellos cumplan
con sus obligaciones administrativas y legales.
HAY QUE PROTEGERLOS
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Empresa privada
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Motor de la economía, cuyo fin principal es el
beneficio económico para el empresario, de modo que este pueda retribuir a
los trabajadores.
EL ESTADO LA DEBE PROTEGER
|
Motor de la economía que, además del fin económico,
tiene como objeto principal crear condiciones apropiadas para el desarrollo
digno e integral de los trabajadores y, también, la reversión de parte de sus
beneficios a la sociedad de la que se sirve.
EL ESTADO DEBE HACER CUMPLIR ESTO
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Empresario
|
Emprendedor al que la sociedad debe reconocer y
agradecer que ponga su talento y capital para el desarrollo económico del
Estado y, por tanto, de sus ciudadanos.
HAY QUE PROTEGERLO
|
Emprendedor que debe mostrar permanentemente
agradecimiento por poder desarrollar su talento empresarial y obtener
beneficios económicos, por lo que debe interiorizar que está en deuda
permanente con la sociedad.
HAY QUE VIGILARLO
|
Beneficios empresariales
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Compensación justa al talento y capital empleado
CUANTO MÁS, MEJOR
|
Compensación justa al talento y capital empleado,
una vez deducido una parte importante en pago de la deuda social.
DEBE SER RAZONABLE
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Sindicatos
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Engendro antisocial (por ser antieconómico) que solo
pretende complicar o dificultar el desarrollo empresarial o de cualquier
organización con trabajadores.
HABRÍA QUE SUPRIMIRLOS
|
Agrupaciones para la protección de los derechos de
los trabajadores, a los que deben defender y apoyar cuando se ven agredidos
por la voracidad y deshumanización empresarial.
SON IMPRESCINDIBLES
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Trabajador
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Individuo que debe mostrar agradecimiento a la
empresa por disponer de un puesto de trabajo que le reporta un sueldo o salario
para poder vivir.
DEBE ESTAR AGRADECIDO AL PATRÓN
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Fuerza determinante en la empresa, en cuyos
beneficios económicos debe participar vía salario o sueldo y que representa a
la sociedad en el pago empresarial de la deuda social.
EL PATRÓN DEBE AGRADECER SU ESFUERZO
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Salario/sueldo
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Compensación económica discrecional, generalmente
excesiva, de la empresa al trabajador
INJUSTO POR EXCESIVO
|
Compensación obligatoria de la empresa al trabajador
que debe ajustarse a los beneficios empresariales.
INJUSTO POR INSUFICIENTE
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Regulación laboral
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Marco normativo que dificulta la agilidad que se
precisa para el manejo de la fuerza de trabajo (trabajadores) en las
empresas.
SOBRA
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Protección legal a los trabajadores para garantizar
que no haya discrecionalidad en la gestión empresarial respecto al manejo de
la fuerza de trabajo.
IMPRESCINDIBLE
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Religión
|
Freno moral necesario para evitar las desviaciones y
malas inclinaciones de las personas. Canal de exculpación de nuestras faltas
o pecados. Refugio para sobreponerse ante las penalidades de nuestra
existencia.
NECESARIA
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Imposición moral que restringe o imposibilita la
necesaria libertad intelectual de cada individuo.
Anacrónico catálogo de creencias que impone un corsé
intelectual a los creyentes. Artificialidad de lo sobrenatural. Método
suasorio para el amansamiento y resignación colectiva.
SOBRA
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Familia
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Soporte básico y fundamental de los individuos, que,
además, asegura la continuidad de nuestra especie.
ESTÁ BIEN
|
Soporte básico para la convivencia de los individuos,
que, además, facilita la continuidad de nuestra especie.
ESTÁ BIEN
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Aborto
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Asesinato de un inocente
A PROHIBIR Y PENALIZAR
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Acto de libertad de la mujer, dueña exclusiva de su
cuerpo y, por tanto, del embrión o feto.
A DESPENALIZAR
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Eutanasia
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Acto de cobardía que va contra la ley de Dios.
A PROHIBIR Y PENALIZAR (al que lo intenta y falla, y
a los que colaboren)
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Facultad irrenunciable de cada persona para disponer
de su propia vida.
A REGULAR (para evitar que se encubran asesinatos)
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Ahora que lo he hecho he caído en la cuenta de que me identifico con casi todo lo que está a la derecha ¡Joooodeeeer! ¿A ver si voy a ser de izquierdas?
Querido Julio: Estoy de acuerdo con (casi) todo tu speech introductorio, no así con la tabla de definiciones de izquierda y derecha. Y también estoy de acuerdo contigo en que el tema es bastante complejo. Tal vez, algunas de nuestras discrepancias se deban a las distintas realidades de nuestros países. Está claro que gente mala y perversa encontraremos en ambos bandos, Pero, lo que yo quise remarcar es la tendencia (en mi medio, sin dudas, y sospecho que por otras latitudes también) de las izquierdas a negar todo sentido del bien en las derechas; no se piensa que pueden querer cosas parecidas, confiando en herramientas distintas para lograrlo. A su vez, las derechas siempre tienden a pensar que los de la izquierda desvarían (o, como suele decirse por aquí, apelando a la jerga futbolística: "le faltan algunos jugadores"). Muy acertad tu analogía con la adhesión inconmovible a la camiseta del equipo favorio... Abrazo. Carlos Marenco
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